Nada se crea, todo se destruye, nada se transforma

Lector 1: Pero que disparate, así no es.

Lector 2: Entiende todo al revés. 

El autor: Capullos, la frase a la que Uds. aluden la creó y pronunció un antepasado mió, un tal Lavoisier.

Pero no es a eso a lo que me refiero.

Y esa afirmación de Lavoisier es aplicable tanto al reino de la química como al resto del universo, salvo Argentina.

La generación espontánea es solo un delirio religioso y de algunos físicos, a los que se los califica como delirantes.

Hay físicos que se dicen creyentes, vaya uno a saber si es cierto, pero si creen en dioses, por carácter transitivo entonces son delirantes. 

No hay Dios, soy ateo

Volvamos a la destructora de toda racionalidad, me refiero a la argentina peronista.

Son máquinas de destrucción masiva, hasta la esperanza destruyeron.

Los peronistas son religiosos y hasta impusieron un papa peronista, que el mundo está purgando.

Todos ellos son creyentes de la generación espontánea, si no, es inexplicable de donde piensan que van a salir las cosas necesarias para poder vivir y pagar las deudas.

Del trabajo, del estudio, de la perseverancia en el deseo de progreso, no, esos verbos para ellos son una leyenda, una utopía.

Son una variante muy distorsionada de otros conocidos totalitarismos.

Los Peronistas y su variante o mutación más letal, los kirchneristas, quieren vivir del estado, parecido a lo que quieren los marxistas y lo fascistas más tradicionales.

La diferencia con esos, es que bajo el marxismo y el fascismo, tenés que trabajar, los peronistas reniegan de eso, lo consideran inaceptable.

Esa idea nunca deja de sorprenderme, parece ser algo genético, se pasa de generación en generación.

También es extraño que el llamado pueblo peronista sea y acepte ser pobre y que sus dirigentes sean y acepten ser ricos e impunes.

Eso si, sin trabajar ninguno.

Lector 1: Sin embargo vamos funcionando y produciendo.

Lector 2: Lo que demuestra lo errado de su planteo.

El autor; Capullos, hasta ahora me referí al pueblo y dirigentes peronistas, ahora me voy a referir al pueblo antiperonista, que es algo mayoritario.

Lector 1: Si fueran mayoritarios estarían gobernando.

Lector 2: Lo destruiste.

El autor: Capullos, eso sería en otro país, pero no en Argentina, que hasta alteró la regla y la filosofía del Ballotage para lograrlo, en Argentina no necesitás tener el 50% más 1 de los votos para ganar.

Suena insólito, pero así es.

Volvamos a los compañeros y colegas míos, el pueblo antiperonista, que es el que trabaja, produce y aporta, eso le granjea el odio y el resentimiento de los peronistas.

Le hacen difícil la vida a los que producen, pero como sin ellos desaparecerían, los toleran de alguna manera.

Lector 1: Bueno, pero usted no es un ejemplo de trabajo y producción.

Lector 2: Digamos que tiene fama de parasito, muy bien ganada.

El autor: Capullos, modestamente, así es, pero nunca viví del estado, sino de sinvergüenzas sin código.

Considerandos: No es lo mismo el gordo Valor, ladrón de blindados, que tenía códigos, que la familia Kirchner que nunca los tuvo.

En mi caso, es algo de familia somos, o más bien, fuimos bribones.

Les recuerdo en un posteo mío, que mi abuelo vendió la Torre Eifell, ¨El hombre que vendió la torre Eiffel¨, ¨Historias de bribones¨ y otros.

¨rubenardosain.wordpress.com¨

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